lunes, 24 de octubre de 2011

Además te quiero, y hace tiempo y frío.

Hoy, Julio Cortázar y uno de sus poemas que he tenido presente desde que me he levantado en este Lunes frío; frío de mis pensamientos... y manos.



Poema


Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores 

blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, 
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz, 
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago 
y cintas que dormían en la lluvia. 
No quiero que tengas una forma, que seas 
precisamente lo que viene detrás de tu mano, 
porque el agua, considera el agua, y los leones 
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, 
y los gestos, esa arquitectura de la nada, 
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. 
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo, 
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco 
con ese pelo lacio, esa sonrisa. 
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino 
es también la luna y el espejo, 
busco esa línea que hace temblar a un hombre 
en una galería de museo. 


Además te quiero, y hace tiempo y frío.

jueves, 14 de julio de 2011

Caminante, sí hay camino

Lo que faltan son caminantes. En esta época de coches, aviones, de información inmediata (e innecesaria), de  senderos asfaltados y escaleras mecánicas. Y es que cuando te desatas de las nimiedades del día a día y te olvidas del reloj y solo puedes caminar en una dirección acabas presentándote a ese Yo que no conocías o al que no sabias como llamar. 

Hay mil maneras de huir pero solo una para volver.

Fragmento de la película Hacia rutas salvajes:


Lo único que nos brinda el mar son golpes duros y, a veces, la posibilidad de sentirnos fuertes. Bueno, no sé gran cosa del mar pero si sé que aquí es así. Y también sé lo importante que es en la vida no necesariamente ser fuerte sino sentirse fuerte, medir tu capacidad al menos una vez, hallarte al menos una vez en el estado más primitivo del ser humano, enfrentarte solo a la piedra ciega y sorda sin nada que te ayude, salvo las manos y la cabeza.

jueves, 16 de junio de 2011

On the Road

“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas”. On the Road - Jack Kerouac 



viernes, 10 de junio de 2011

Trucos fáciles para trajines diarios (I)

Cambia el recorrido, camina sobre el bordillo y salta el banco de la esquina. Alza la mirada, a la izquierda arriba,  y descubre nuevos edificios. Que los libros no lastren tus alas. Que la Microeconomía y la Contabilidad te dejen ver lo tierna que puede llegar a ser una mañana madrugadora de Sábado. Cuando la ciudad, casi vacía, es tuya y una Señora a la que le sigues los pasos recoge cristales de alguna botella de cerveza (que anhelas haber podido probar) sólo para que los que venimos detrás no tengamos que hacer entrar la letra con sangre. No leas el capitulo que sigue la historia, lee tu favorito de tu libro favorito "Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas...". Prueba a sacar la cabeza por la ventanilla.


Escucha otra versión.



sábado, 7 de mayo de 2011

"Como tú, como yo"

Maldita sea, no sé que escribir, estoy tan cansado que me cuesta intercambiar la vista del teclado a la pantalla para ver si escribo correctamente. Pero es que ahora mismo tengo que escribir. ¿Quiere usted que todo esto que transcurre (no sé siquiera por donde) en mí desaparezca mañana con el despertador?

No desaparecerá, las buenas acciones quedan sempiternas... no sé donde, quizás escritas en un libro de piel de camello ¿Quién sabe?. Sin olvidaras, pero dejándolas libres: Uno sólo conserva lo que no amarra.

Y es que acaba el día y se te queda esa sonrisa de gilipollas que tanto me encanta. ¿Sabéis cual os digo? Sí, esa que queda impregnada, que no puedes quitar aun queriendo. Esa que es tuya y de nadie más, que nadie puede arrebatarte. Esa de cuando el cansancio es un placer.

Todo lo dicho no se consigue ni con dinero, ni con dos personas (muchas más)... se consigue Amando por lo que uno cree justo. Esa Justicia quizás sea insignificante, ínfima... pero es tan importante. ¿Quién sabe si esa Justicia viajará en barco y regalará alguna sonrisa de gilipollas? Quien sabe...

No es lo que se hace sino como se hace. Cuando el fin conseguido es el mismo pero la actitud es la correcta=Bingo. Porque ese saber hacer con Despeine como diría alguno también se anota en ese libro de piel de camello.

"No es lo que se hace sino como se hace": Louis canta esta canción de Piaf de una manera distinta, la letra es la misma pero las sensaciones no. 


Ojo, también me encanta la  versión de Edith, pero entended que me hoy me acueste con la versión del siempre sonriente Louis.



lunes, 25 de abril de 2011

El actor de lo que fui

Y es lo que hace especial esta vida.

 Siempre concentrados en nuestros guiones y en lo que nos toca decir en la siguiente escena. Y a veces mediante algún impulso te desnudas e "improvisas", te olvidas del guión y de lo más adentro de nuestra esencia, brota nuestro "yo auténtico"... y es cuando nos descubrimos ante el resto, ante nosotros.

La película: El hijo de la novia, él es Héctor Alterio y en esa escena (de las mejores que he visto) improvisa dejando al equipo entre lloros y aplausos con un silencio emotivo antes, cuando acaba la escena.

lunes, 18 de abril de 2011

Bon Iver



Este Invierno pasado he descubierto, o me han hecho descubrir, uno de los mejores discos que he escuchado en mucho tiempo. Él se llama Justin Vernon; Bon Iver su banda actual. Fue en un Invierno cuando éste barbudo de voz quebrajosa empezó a crear sin premeditación alguna For Emma, forever ago.

Después de una ruptura amorosa, de la disolución de su banda y de un mal momento de salud, Justin decidió alejarse a una cabaña con nada más que su guitarra y sus ganas de estar solo. Estuvo tres meses, ¿Qué hizo? ¿Se emborracho y se ahogó con su propio vomito? ¿Sobredosis? ¿Se corto las venas? ¿Se tiró en el sofá afligido por su mal momento personal?. No, no, no y quizás. Lo que sí hizo fue canalizar todo ese dolor a través de unas canciones en las que nada más escucharlas se entiende todo ese sufrimiento. Sufrimiento que transformó en una maravilla para todos los sentidos (La lacerante Skinny love) e incluso para el alma (Re: Stacks). 

Y era otro barbudo al que cuando se ponía la bufanda y la cazadora para salir en este Buen Invierno le sonaba este disco siempre.




miércoles, 13 de abril de 2011

Extranyando las Tardes Grises

Después de varios blogs abandonados y escondidos, he decidido crear como último, definitivo (espero) y "público" este titulado: Extranyando Las Tardes Grises (un Amigo que solía escribir cuentos en una portátil yanqui no tenía más remedio que transformar la eñe en "ny", pasando a ser un sello de identidad inconfundible con el tiempo, por lo menos para mí, que ahora adapto al título). Título que refleja una amistad profunda y única. Sobretodo profunda. Sobretodo única. Y que es por donde siempre empiezo a contar el cuento de mi vida, por la de mi Alter Ego.


"Libros de insectos con cascaron, vinilos de Pink Floyd, películas independientes. La borra del café con vainilla. Nos sabíamos diferentes al resto. Especiales. O al menos eso creíamos. 


Largas conversaciones en azoteas, cuando caía la tarde y las cotorras verdes pasaban con la exactitud de un reloj. Se iban a dormir y la tarde pintaba un áurea gris.


Muchos años han pasado pero los recuerdos de el Cascarudo que se convirtió Samsa, el Buenos Aires de Sabato, Los Extranjeros que eramos los dos, los solos de 5 minutos, las escenas de bajo coste y las tardes, aquellas tardes grises... siguen presentes en mi."